domingo, 15 de marzo de 2015

DÉFICIT AUDITIVA

                                    

En la actualidad se entiende por discapacidad auditiva lo que tradicionalmente se ha considerado como sordera, término usado generalmente para describir todos los tipos y grados de pérdida auditiva e hipoacusia; de manera que el uso del término sordera puede hacer referencia tanto a una pérdida auditiva tanto leve como profunda. Es posible realizar una distinción entre el término sordo e hipoacúsico. Se denomina terminológicamente como sordo a aquella "persona cuya audición residual imposibilita la comprensión de la palabra por vía auditiva exclusivamente, con o sin ayuda de prótesis auditivas". Y se establece el término hipoacúsico para "aquellas personas cuya audición residual hace difícil pero no imposible, la comprensión de la palabra por vía auditiva exclusivamente, con o sin ayuda de prótesis auditivas, teniendo formación básica del lenguaje interior". La pérdida de audición (hipoacusia) puede clasificarse atendiendo a tres criterios: momento de adquisición, localización topográfica y grado de intensidad.

Según el grado de deficiencia:

-         Hipoacúsicos: Niños con audición deficiente pero que pueden adquirir el lenguaje oral por vía auditiva, ya sea con la ayuda de audífonos o sin ellos. Tienen un lenguaje funcional aunque es imperfecto en lo que se refiere a léxico, fonética y morfosintaxis.
-         Sordos profundos: Niños con tal pérdida que no pueden adquirir el lenguaje oral por vía auditiva, teniendo que recurrir para su adquisición  a otros canales, especialmente el visual.

Desarrollo cognitivo del niño:
Conciencia diferente del mundo. La insuficiencia de un sentido dominante en el desarrollo como es la audición genera una conciencia y puede complicar el proceso de aprendizaje de ciertas tareas.
Atención. El niño con deficiencia auditiva se ve obligado a emplear la vista por lo que ha de estar constantemente interrumpiendo la actividad para controlar de forma visual el ambiente. Estas interrupciones dificultan que centre su atención en la tarea lo que llega a obstaculizar la comprensión, especialmente durante los primeros años de vida.
Memoria. Es un factor fundamental para el aprendizaje pues permite asociar la información que llega por las diferentas vías sensoriales. El niño sordo no cuenta con la información del oído, aunque su gran capacidad de atención hacia la información visual puede compensar esa carencia, superando incluso la capacidad de memoria visual de los niños oyentes.
Abstracción. Es la capacidad de extraer las características comunes y generales de las experiencias, que dependen del uso del lenguaje. El niño con sordera se encuentra limitado ya que depende de la experiencia concreta y la disposición de los adultos para obtener información de los acontecimientos, por lo que su aprendizaje es más restringido porque está ligado a la inmediatez de la acción.


                             


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